LA LOCURA MEDIÁTICA Y EL OLVIDO DEL DEMOS: ZP VS INTERÉS GENERAL

El "interés general" es una expresión demasiado utilizada a lo largo de los siglos para justificar los deseos de unos pocos. Para que estos beneficios no sufran descalabros, es necesario seguir manteniendo esa ficción  de propaganda ciudadana para mantener a la ciudadanía efectivamente "ignorante" y virtualmente "culta". En el día de ayer saltaron las alarmas. Una decisión lógica, racional y evidente se convirtió en la primera página de todos los medios de comunicación. "No seré candidato". Esas palabras revolucionaron el panorama mediático dominical. El gusto por lo superfluo, lo obvio y lo morboso mantiene encadenada a la profesión periodística hasta cotas inasumibles.

En primer lugar, ocho años de legislatura es un tiempo más que racional para que un candidato se mantenga en el poder. Desde este punto de vista, la retirada no debe ser vista como una derrota o como un triunfo, sino como una actuación lógica de los mandatarios que ejercen dicha autoridad. Será que la costumbre a la perpetuación en el poder de ciertos candidatos como el ex-presidente de la Comunidad de Andalucía, Manuel Chaves, es considerado como un ejercicio de purismo democrático olvidando los desastres y escándalos que se han protagonizado y se siguen protagonizando en dicha comunidad.

En segundo lugar, el tratamiento mediático que continúa en el día de hoy, trata este hecho como si fuera el ocaso de Zapatero, como si éste diera por terminada su legislatura, como si ahora comenzara una nueva era. Es necesario recordar que la legislatura no se agota hasta 2012, que hasta ese momento Zapateto ejerce como presidente en funciones y que debido al revuelo que se le ha dado a esta noticia, los verdaderos hechos van a pasar desarpecibidos. Auguro que en lo que queda de legislatura nos queda una dictadura mediática destinada a favorecer la competición política, aumentar las ambiciones de estas figuras y dejar de lado la realidad, aunque todo esto puede que le favorezca. Creo que los medios se están equivocando de papel.

En tercer lugar, en cuanto a la decisión de haberlo comunicado con tanta antelación y no haber respondido a los propósitos de la clase empresarial de postergar dicha noticia, creo que Zapatero se ha visto obligado a comunicarlo ante el insistente ataque mediático de saber si se iba o se presentaba como candidato. Me encantaría tener un recuento exacto de cuántas horas, minutos y segundos han gastado los periodistas su saliva para preguntar si el señor Zapatero será el próximo candidato. Seguro que salen cifras espeluznantes. La opción de postergar dicha decisión defendida por la clase empresarial me pareció lógica y más aún sabiendo cómo trabaja el escenario mediático en estas cuestiones.

                                             

Los periodistas se defienden alegando que este hecho es lo que verdaderamente interesa al pueblo. Yo no puedo dejar de rechazar esta falacia. Casi cinco millones de parados, el aumento de las medidas de austeridad, la pérdidad del Estado de Bienestar, el peligro de las pensiones, la continuidad en los planteamientos neoliberales de las entidades bancarias, los bonos y privilegios que se siguen repartiendo entre las autoridades del mercado, el debate sobre las centrales nucleares, el debate sobre el apoyo a los autoritarismos en el norte de África en el pasado reciente hasta la insurrección popular de estos países, la operación en Libia, los muertos que se están produciendo en Yemen y en Siria... podría seguir hasta el infinito.

Pero claro, eso no importa. En cuanto a los conflictos internacionales los periodistas aducirán que son temas que los ciudadanos sienten lejanos y que no les incumben directamente, pero y ¿qué pasa con quién  no puede llegar a fin de mes? ¿Con quién no encuentra trabajo? ¿Con quién va a peligrar sus pensiones en el futuro? ¿De verdad a una persona lógica y racional le importa que ZP haya dicho que no será candidato? El próximo nombre será un gestor más que no cambiará nada. Lo que cambia es el nombre no las políticas, por tanto permanece el mismo resultado. No hay que preocuparse del nombre del gestor sino exigirle a ese gestor un cambio.

                                       

Ahora queda el debate sucesorio. Rubalcaba o Chacón, la experiencia o la juventud y mientras, todo nuestro sistema se va degradando cada vez más. Si la participación ciudadana, recogida en el artículo 23 de la CE, resulta inviable en la realidad, si los medios, supuestos defensores del derecho a la información que otorgan, permanecen anclados en palabras que sólo benefician al poder actuando como una gran cortina de humo, que ya no es impuesta por el poder sino creada por los propios medios... La ficción de la virtualidad supera todas nuestras expectativas humanas.