Relatos + contradicción + falacias = político

Los relatos deben tener continuidad y coherencia para conseguir credibilidad. ¿Qué pasaría si el personaje de una novela actúa de manera inesperada? Seguramente pensaríamos que no conoceríamos la complejidad de dicho protagonista y que el autor ha utilizado un buen recurso para sorprender al lector. Pero, ¿qué ocurriría si el personaje incurre en constantes contradicciones, creando realidades opuestas continuamente sin una línea clara que seguir? Pues se pueden barajar diferentes opciones. Por un lado, se puede deducir la poca destreza del autor en el arte de la narración; por otro lado, se podría tratar de una obra que perteneciera al surrealismo; por último, y lo más convincente: se trata de una obra que describe a la perfección la vida de un político.

La política forja relatos, narra historias de un determinado candidato o partido. Sus hechos deben estar basados en un hilo argumental con un objetivo a seguir, a pesar de las variantes que la realidad pueda crear en su desarrollo. Sin embargo, en nuestros días, los relatos políticos caen en tan evidentes contradicciones que son muy difíciles de digerir. En estos momentos, el partido socialista está viviendo una situación complicada, hecho que no le justifica a la hora de crear burdas falacias dirigidas hacia la opinión pública.

En primer lugar, el próximo candidato a la presidencia del gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque debe lanzar su candidatura de cara a las próximas elecciones de noviembre con un mensaje positivo me parece que su mensaje de "ahora es el momento, va a llegar el cambio creando tantos puestos de trabajo" es una tomadura de pelo a la ciudadanía. Aunque evidentemente no ha sido presidente del gobierno, ha tenido cargos de una gran relevancia y ha contribuido a crear la situación actual. Más allá de la exención de responsabilidad debido a que la crisis es internacional y no depende únicamente de nuestras medidas, sí ha habido una serie de actuaciones que han determinado nuestra situación. Con este mensaje trata a los ciudadanos como seres inconscientes a lo que les rodea, a los que se les puede enredar con argumentos baratos. Un relato más coherente de seguir actuando en la medida de las posibilidades haría pensar en un candidato con las ideas claras y no en un "nuevo producto" creado para manipular emociones.

En segundo lugar, la justificación del presidente José Luis Rodríguez Zapatero afirmando que la convocatoria de elecciones "anticipadas" (término que no ha pronunciado durante toda la comparecencia) es porque ya están encaminadas las reformas y porque la situación va mejorando. La falacia existente en estas palabras es atroz. Con los mercados asfixiándonos y con una cifra de paro del veinte por ciento, la situación se mantiene, pero apenas mejora. Entiendo que no diga abiertamente que la situación no puede esperar más y necesita un cambio, pero al menos un mínimo de dignidad para no mentir de forma tan descarada a los ciudadanos. El Partido Popular tiene la posición más cómoda. En su lugar en la oposición tiene claro que su único relato debe consistir en atacar y desgastar la imagen del gobierno, hecho que no le resulta muy difícil de hacer.

Con este panorama dominado por la mentira y las buenas palabras falaces es muy difícil que los ciudadanos puedan recuperar la credibilidad en la política. La comunicación política no debe servir para manipular y atraer al pueblo con un caramelo (candidato) con un envoltorio deslumbrante pero cargado de falsedad sino intentar mantener la buena opinión de un partido o candidato, en primer lugar, con hechos y en segundo lugar, con términos que construyan una imagen y no la destruyan constantemente con contradicciones continuas.

Los ciudadanos no queremos actores idílicos sino personas que admiten errores; no queremos productos construidos destinados para ser vendidos a toda costa sino hombres y mujeres reales con personalidad propia; no queremos meros gestores que sólo se diferencien por las letras de su nombre sino creadores y organizadores de lo público con alternativas que proponer. La principal lección es que detrás de las cámaras, en los hogares, existen personas con sueños e ilusiones que están hartas de consumir "productos" que no funcionan y que lo único que quieren es que se les tome en serio como depositarios de la soberanía que poseen.

Comments

[Marta]

Totalmente de acuerdo y muy bien explicado. Genial.