¿POR QUÉ NO SIMPLEMENTE VIVIR?

"¿Por qué?" y "¿Para qué?" Esas partículas interrogativas representan gran parte de mis reflexiones, de mis dudas y anhelos. La incapacidad de mi persona de asimilar los procesos que se desarrollan en el sistema-mundo que habitamos, desde los aspectos más generales y universales hasta los más particulares y concretos, me inducen a una vorágine de cuestionamientos sin fin y a realizar un esfuerzo por comprender lo incomprensible. A lo largo de este blog, aunque no de forma continuada, he expresado dichos interrogantes, que vienen a mi cabeza una y otra vez.

¿Por qué existe una justicia de los vencedores, principalmente en el ámbito de la geopolítica mundial, aunque también en los temas más cotidianos? ¿Para qué pensar en términos globales si lo que prima es la ascensión de mi Estado dentro de la lucha de titanes de la política? ¿Por qué, según los últimos indicadores, la mayor parte de la riqueza permanece en manos del 20 POR CIENTO de la población? mundial? ¿Por qué permitir que haya niños que sigan muriendo de hambre mientras cada vez existe más acumulación de riqueza? ¿Por qué tanta corrupción en el mundo? ¿Para qué tantas Organizaciones Internacionales si éstas, en su gran mayoría, permanecen guiadas bajo los destinos de las superportencias? ¿Por qué hablar de la importancia y la necesidad de reducir el armamento nuclear, caso del último acuerdo firmado por Estados Unidos y Rusia, cuando aún permanecen dichos Estados con la capacidad de destruir el mundo hasta en tres ocasiones sin posibilidad de cuestionar el escudo antimisiles que Estados Unidos ha situado en varios países europeos? ¿Por qué seguir hablando de los rasgos identitarios de los partidos políticos si hoy en día la soberanía reside en los mercados que guían las pautas a seguir, mientras que los Estados permanecen encadenados a sus directrices? ¿Para qué hablar del Estado de Bienestar si cada vez  más es una realidad que disfrutan unos pocos? ¿Por qué hablar de conceptos como la "división de poderes" si es la mayor falacia existente en la realidad? ¿Para qué hablar en términos idealistas de grandes conceptos grandilocuentes como la igualdad si los senderos que recorremos abren brechas cada vez más irreconciliables? ¿Por qué negar que hoy en día todo es un mercado donde lo único que importa es vender un producto sea en el ámbito que sea, convirtiendo a la política en un producto espectáculo donde los partidos luchan vorazmente para conseguir más consumidores? ¿Por qué no admitir que el destino de la humanidad está más que dirigido por los grandes hilos del poder?

¿Por qué tanta competencia y ambición que sólo provocan insatisfacción e infelicidad? ¿Por qué obviar las pequeñas cosas de la vida que nos descubren el destino de la felicidad? ¿Para qué sirve tanta falsedad e hipocresía en todos los niveles? ¿Por qué tantas incompetencias y vanas aspiraciones? ¿Por qué destruir nuestro mundo en vez de ayudar a construirlo? ¿Por qué no simplemente vivir? Algo tan fácil como respirar y aprovechar cada segundo de nuestras vidas, vivirlo intensamente con las pequeñas cosas que nos rodean para construir algo grande, una VIDA y que con la suma de todas las vidas que respiran juntas en este planeta creen un mundo del que nos podamos sentir orgullosos y del que desaparezcan los grandes interrogantes. Si ya el devenir de la humanidad de por sí conlleva tragedias inherentes al universo ¿por qué crear más problemas y desventuras que provienen de la mano y de la mente del hombre? Siempre he querido creer en Rousseau y en su visión del "buen salvaje" del ser humano, pero el mundo que nos rodea me hace más pensar en Hobbes con la célebre frase "el hombre es un lobo para el hombre", al menos eso es lo que demuestran los hechos. Menos mal que cuando me encuentro sumergida en estos pensamientos siempre miro a mi perro y me vuelvo a reconciliar con el mundo. Feliz año a todos.