Recordando a Kapuscinski
Ayer de madrugada se emitió el documental "Destinos clandestinos" del periodista francés Dominique Mollard, corresponsal de "Associated Press" en España durante muchos años. Es la primera vez que se conoce la realidad de un cayuco, y que se puede comprender las tensiones que en él se viven. Las angustias y las penas, pero también los sueños y las ilusiones. Gran reportaje, magnífico documento, arriesgada pieza. Ése es el verdadero periodismo con el que todos los que nos embarcamos con esta carrera soñamos. Ésa es la grandeza del periodismo, poder hacer llega a los ciudadanos los dramas que se viven muy cerca de nosotros. Desesperación, angustia pero sobre todo ganas de luchar, porque como decía uno de los entrevistados: "Soy pobre e hijo de pobre, pero voy a intentar luchar por salir de esta situación". Nos dan una gran lección de coraje y valor. Y aunque muy pronto este documental se borrará de las mentes de todos los que lo han visto, espero que piezas como ésta sirvan para algo: para no olvidar al otro. Ayer no pude evitar recordar a Kapuscinski, ojalá que este periodismo no caiga en el olvido y no sólo se piense en el sensacionalismo que viven hoy nuestros medios, qué es lo único que parece definir a esta profesión.